Roberto Ernesto Méndez Rodríguez, hijo de don Roberto Ernesto Méndez Paragarino y doña Maria del Carmen Rodríguez Tabarez, nació en Montevideo, Uruguay, Barrio Maroñas, pueblo Iruzainzó; 22 abril 1951. Comenzó a trabajar desde muy niño para ayudar en su casa y al mismo tiempo abrazaba los deportes: Fútbol, Boxeo, Atletismo, Natación etc. Entre lo que le gustaba, la música y la poesía crecían dentro de su alma debido a que sus padres y sus abuelos eran músicos y él seguiría al compás de esas melodías tan hermosas. Cuando cumplía los diez y seis años comenzó a escribir sus propias poesías y canciones y a musicalizarlas a los veinte años y viviendo en un barrio pobre y donde trabajaba como repartidor de productos lácteos con un carro y caballo, se interesó por cantarle a su pueblo e hizo algunas giras por el interior de su país y conoció la vida de muchas personas que viven en la soledad de lugares muy remotos y desposeídos. Poco tiempo después viajó al interior de Argentina donde participó en varios festivales y al año visitó el interior de los pueblos de Brasil, siempre de la mano de su canto, su música, sus poesías y su guitarra. Poco tiempo después realizó una breve gira por algunos países de Centro América y Europa hasta que de regreso a su país se vio obligado a dejar de cantar por un gobierno dictatorial que le censuro. Luego de varios años adopto el nombre artístico de Roberto Martín Robles Méndez y En el año 1977 viajó a Francia, España, México, etc. y cantando en indistintos lugares conoció a músicos tales como: Mario García “Jairo”, Alberto Cortes, Joan Manuel Serrat, Víctor Manuel, León y otros cuyos nombres se verían en las marquesinas de los grandes teatros y aunque tuvo algunos amigos que le ofrecieron un lugar entre ellos prefirió refugiarse y cantar en el interior de los pueblos más humildes de América Latina. Recibió muchos halagos que para el son distinciones inigualables de parte de los habitantes de esos humildes lugares. Hoy a la luz de los hechos, su voz continúa retumbando en las praderas, en los montes, en los llanos y en los oídos de los pobladores que compartieron su música, sus poesías y su canto de luz por la tan ansiada libertad de todos los pueblos del mundo. Escribió dos libros titulados: “Existencias” y “Nadie como tu” que aún no han sido publicados. Gravo varios discos con canciones de su autoría de las cuales algunas le han llegado a brindar grandes satisfacciones en su vida artística; Himno a la amistad, A Don Seregni, Parte de mi vida, Por un mundo Mejor, Guitarra del pobre, Buscándote y otras tantas. Roberto Martín Robles Méndez, un bohemio, cantor, guitarrista, poeta, domador, carrero y viajero de la libertad. Y como dicen algunas de sus frases más conocidas. Siempre me gustó cantar donde hayan buenos cantores y entre tantos ruiseñores con más ganas cantaré. Para cantarle a mi pueblo soy preciso y definido mi cantar lleva encendido un hermoso amanecer. Cantor que adore a su patria debe jugarse el pellejo cantando duro y parejo con inquebrantable fe. No es cantor el que se niega a lanzar su voz al viento cuando un pueblo necesita del calor de una canción, ni es cantor el que se lanza con su voz esplendorosa si su copla no retoza ni sale del corazón.
